Qué ejercicios
haremos la vieja humanidad,
para hacer la
transición
de hablar a cantar,
de pensar a sentir,
de filosofar y
especular a comprender,
de estudiar a aprender,
de sobrevivir a vivir,
de devorarnos y
devorar la vida
a amarnos y amar la
vida;
de construir grandes
ciudades vacías,
a compartir y albergar
hogares
de personas plenas;
de anhelar nuestra
alma abandonada
en la caverna de los
tiempos
-cuando decidimos ser
civilizados
adultos, serios,
rectos
como una viga de
hormigón
y aburridos como una
campaña electoral-
al secreto desvelado
de la alegría de
vivir;
de comprarnos y
vendernos en el mercado
a ser un regalo los
unos
para
los otros;
de delegar nuestro
gobierno
a representantes,
líderes…
a gobernarnos a
nosotros mismos
amando y respetando
el sentimiento espiritual:
servir con alegría y
sin condiciones a todo el universo;
de los hipotéticos
sofisticados
sistemas de
comunicación
con sus velos y
escondites de la palabra,
a poder comunicarnos
a cara descubierta
con el corazón en los
ojos;
de ser animales
racionales
-como dictan los
antropólogos
y denuncian mis amigos
baha´ís-
a ser personas de la
nueva humanidad
y de ser personas a
ser poetas
o seres de luz,
sin límites de tiempo
ni espacio
que anhelan la
perfección…
No hay comentarios:
Publicar un comentario