Introducción
1.
La crisis ambiental es la crisis de un modelo económico, tecnológico
y cultural que ha depredado la naturaleza y negado la diversidad
cultural. Como resultado de una
visión mecanicista del mundo que ignora los límites biofísicos de
la naturaleza y los estilos de vida de las diferentes culturas, la
crisis ambiental es una crisis social que desemboca en una crisis
ecológica que acelera el calentamiento global del planeta. Este es
un hecho antrópico y no natural.
2.
El concepto de Sustentabilidad se basa en el reconocimiento de los
límites y las potencialidades de la naturaleza. El concepto de
Sustentabilidad promueve una nueva alianza naturaleza-cultura
fundando una nueva economía, reorientando los potenciales de la
ciencia y la tecnología hacia un uso para el Sustento de los
Recursos del planeta, y construyendo una nueva cultura política
fundada en una ética que garantice - en valores, creencias,
sentimientos y saberes - las formas de habitar el planeta Tierra.
3.
El discurso del "desarrollo sostenible" parte de una idea
equívoca, pretende realizar sus objetivos revitalizando el
viejo mito desarrollista, promoviendo la falacia de un crecimiento
económico sostenible sobre la naturaleza limitada del planeta. Los
principios del desarrollo sostenible parten de la percepción del
mundo como "una sola tierra" con un "futuro común"
para la humanidad; orientan una nueva geopolítica fundada en "pensar
globalmente y actuar localmente". Hasta ahora se coincidía en
establecer el "principio de precaución" para conservar la
vida ante la falta de certezas del conocimiento científico y el
exceso de imperativos tecnológicos y económicos; promover la
responsabilidad colectiva, la equidad social, la justicia ambiental y
la calidad de vida de las generaciones presentes y futuras. Sin
embargo, estos preceptos, traducidos en el concepto del "desarrollo
sostenible", desde su difusión en la Cumbre de Río en 1992, no
han reorientado los procesos económicos y políticos hacia una nueva
racionalidad social y hacia formas Sustentables de producción y de
vida.
La
Ética
- La Ética para la Sustentabilidad promueve la gestión participativa de los bienes y servicios ambientales de la humanidad para el bien común; la coexistencia de derechos colectivos e individuales; la satisfacción de necesidades básicas, realizaciones personales y aspiraciones culturales de los diferentes grupos sociales. La ética se está transmutando en una ética política por la Biodiversidad en todos los ámbitos. De la dicotomía entre la razón pura y la razón práctica, de la disyuntiva entre el interés y los valores, la sociedad se desplaza hacia una economía de conocimiento ético que inspira a la solidaridad entre los seres humanos y estos con la naturaleza.
- La Ética para la Sustentabilidad plantea la necesaria reconciliación entre la razón y la conciencia, de manera que los seres humanos alcancen un nuevo estadio de autonomía y control sobre sus modos de vida, haciéndose responsables de sus actos hacia sí mismos, hacia los demás y hacia la naturaleza en la deliberación de lo justo y lo apropiado.
- La Ética para la Sustentabilidad es la ética de la diversidad donde se conjuga el ethos de diversas culturas y formas de ser. Es una ética radical porque va hasta la raíz de la crisis ambiental para remover todos los cimientos filosóficos, culturales, políticos y sociales de esta civilización hegemónica, homogeneizante, jerárquica, despilfarradora, sojuzgadora y excluyente. Es una ética para el re encantamiento y la re erotización del mundo, donde el deseo de vivir reafirma el poder de la imaginación, la creatividad y la capacidad del ser humano para transgredir irracionalidades represivas, para indagar por lo desconocido, para pensar lo impensado, para construir el porvenir de una sociedad convivencial y sustentable, y para avanzar hacia estilos de vida inspirados en la frugalidad, el pluralismo y la armonía en la diversidad.
- La Ética para la Sustentabilidad aporta una nueva filosofía capaz de comprender las complejas interacciones entre la sociedad y la naturaleza. La interrelación y la interdependencia enlaza los vínculos indisolubles de un mundo interconectado de procesos ecológicos, culturales, tecnológicos, económicos y sociales. Cambia la percepción del mundo basada en un pensamiento único y unidimensional, por un pensamiento de la complejidad.
- La Ética para la Sustentabilidad se nutre de un conjunto de preceptos, principios y propuestas para reorientar los comportamientos individuales y colectivos, así como las acciones públicas y privadas orientadas hacia la Sustentabilidad. Entre ellos identificamos los siguientes:
I_
ÉTICA DE UNA PRODUCCIÓN PARA LA VIDA
- La Ética para la Sustentabilidad enfrenta la creciente contradicción entre opulencia y miseria, alta tecnología y hambruna, explotación creciente de los recursos y depauperación y desesperanza de miles de millones de seres humanos, mundialización de los mercados y marginación social. La justicia social es condición "sine qua non" de la Sustentabilidad.
- La Sustentabilidad pasa por una civilización basada en el aprovechamiento de fuentes de energía renovables, económicamente eficientes y ambientalmente amigables. abriendo las perspectivas a un proceso económico que rompe con el modelo unificador, hegemónico y homogeneizante del mercado como ley suprema de la economía.
- El reconocimiento de los límites de la intervención cultural en la naturaleza significa también aceptar los límites de la tecnología que ha llegado a suplantar los valores humanos por la eficiencia de su razón utilitarista. La bioética debe moderar la intervención tecnológica en el orden biológico. La técnica debe ser gobernada por un sentido ético de su potencia transformadora de la vida. Ética del conocimiento y diálogo de saberes.
- La ciencia, no es aséptica, la sumisión de la ciencia y la tecnología al interés económico y al poder político comprometen seriamente la supervivencia del ser humano; a su vez, la inequidad social asociada a la privatización y al acceso desigual al conocimiento y a la información resultan moralmente injustos. Sin embargo, se ha llegado a un dilema: al mismo tiempo que el pensamiento científico ha abierto las posibilidades para una "inteligencia colectiva" asentada en los avances de la cibernética y las tecnologías de la información, puede llevarnos al colapso. La capacidad de la ciencia para trascender su entorno inmediato e intervenir los sistemas naturales está modificando, a menudo de manera irreversible, procesos naturales cuya evolución ha tomado millones de años, desencadenando riesgos ecológicos fuera de todo control científico. El avance científico ha acompañado a una ideología del progreso económico y del dominio de la naturaleza, privilegiando modelos mecanicistas y cuantitativos de la realidad que ignoran las dimensiones cualitativas, subjetivas y sistémicas que alimentan otras formas del conocimiento. El fraccionamiento del pensamiento científico lo ha inhabilitado para comprender y abordar los problemas socio-ambientales complejos. La ciencia se debate hoy entre dos políticas alternativas. Por una parte, seguir siendo la principal herramienta de la economía mundial de mercado orientada por la búsqueda de la ganancia individual y el crecimiento sostenible. Por otra parte, está llamada a producir conocimientos y tecnologías que promuevan la calidad ambiental, el manejo Sustentable de los recursos naturales y el bienestar de los pueblos.
- Los asuntos cruciales de la Sustentabilidad no son comprensibles ni resolubles solo mediante los conocimientos de la ciencia, incluso con el concurso de un cuerpo científico interdisciplinario, debido en parte al carácter complejo de los asuntos ambientales y en parte porque las decisiones sobre la Sustentabilidad ecológica y la justicia ambiental obligan a poner en juego a diversos saberes y actores sociales. La eficacia de la ciencia le ha conferido una legitimidad dentro de la cultura hegemónica de Occidente como paradigma "por excelencia" de conocimiento, negando y excluyendo los saberes no científicos, los saberes populares, los saberes indígenas, tanto en el diseño de estrategias de conservación ecológica y en los proyectos de desarrollo sostenible, así como en la resolución de conflictos ambientales. La toma de decisiones en asuntos ambientales demanda la contribución de la ciencia, que no actua por intereses económicos mecanicistas, para tener información más precisa sobre fenómenos naturales.
- La Ética para la Sustentabilidad remite a un conocimiento orientado hacia una nueva visión de la economía, de la sociedad y del ser humano. Ello implica promover estrategias de conocimiento abiertas a la hibridación de las ciencias y la tecnología moderna con los saberes populares y locales en una política de la interculturalidad y el diálogo de saberes. Se pretende recuperar el "Conocimiento" y colocarlo dentro de la trama de relaciones del poder en el saber. Este “Conocimiento” implica la recuperación del valor de la vida y el reencuentro de nosotros mismos, como seres humanos sociales y con empatía hacia la naturaleza, con sentimientos de solidaridad, compasión y comprensión. El círculo de las ciencias debe abrirse hacia un campo epistémico que incluya y favorezca el florecimiento de diferentes formas culturales de Conocimiento. La ética de la sustentabilidad conlleva un proceso de reapropiación social del conocimiento y la orientación de los esfuerzos científicos hacia la solución de los problemas más acuciantes de la humanidad y los principios de la Sustentabilidad: una economía ecológica, fuentes renovables de energía, salud y calidad de vida para todos, erradicación de la pobreza y seguridad alimentaria.
- La Ética para la Sustentabilidad implica revertir el principio de "pensar globalmente y actuar localmente". SI se es consciente, este precepto lleva a una colonización del conocimiento a través de una geopolítica del saber que legitima el pensamiento y las estrategias formuladas en los centros de poder de los países "desarrollados" dentro de la racionalidad del proceso dominante de globalización económica, para ser reproducidos e implantados en los países "en desarrollo" o "en transición", en cada localidad y en todos los poros de la sensibilidad humana. Sin desconocer los aportes de la ciencia para transitar hacia la sustentabilidad, es necesario repensar la globalidad desde lo local, del saber arraigado en un territorio y una cultura, desde la riqueza de su heterogeneidad, diversidad y singularidad; y desde allí reconstruir el mundo a través del diálogo intercultural de saberes y la hibridación de los conocimientos científicos con los saberes locales.
- La educación para la sustentabilidad debe entenderse en este contexto como una pedagogía basada en el diálogo de saberes, orientada hacia la construcción de una racionalidad ambiental. Incorporando una visión holística y un pensamiento de la complejidad del mundo. Es la educación para la construcción de un futuro Sustentable, equitativo, justo y diverso.
II_
ÉTICA DE LA CIUDADANÍA GLOBAL, EL ESPACIO PÚBLICO Y LOS
MOVIMIENTOS SOCIALES
- La globalización económica está llevando a la privatización de los espacios públicos. El sistema parlamentario de las democracias modernas se encuentra en crisis porque la esfera pública, entendida como el espacio de interrelación dialogante de aspiraciones, voluntades e intereses, ha sido desplazada por la negociación y el cálculo de interés de los partidos que, convertidos en grupos de presión, negocian sus respectivas oportunidades de ocupar el poder.
- La democracia directa se funda en un principio de participación colectiva en los procesos de toma de decisiones sobre los asuntos de interés común. Frente al proyecto de democracia liberal que legitima el dominio de la racionalidad del mercado, la democracia ambiental reconoce los derechos de las comunidades autogestionarias fundadas en el respeto a la soberanía y dignidad de la persona humana, la responsabilidad ambiental y el ejercicio de procesos para la toma de decisiones a partir del ideal de una organización basada en los vínculos personales, las relaciones de trabajo creativo, los grupos de afinidad, y los espacios comunales y vecinales.
- La Ética para la Sustentabilidad nos confronta con el vínculo de la sociedad con la naturaleza, con la condición humana y el sentido de la vida. La Ética para la construcción de una sociedad Sustentable es un proceso de emancipación que reconoce, como enseñaba Paulo Freire, que nadie libera a nadie y nadie se libera sólo; los seres humanos sólo se liberan en comunión. De esta manera es posible superar la perspectiva "progresista" que pretende salvar al otro (al indí gena, al marginado, al pobre) dejando de ser él mismo para integrarlo a un ser ideal universal, al mercado global o al Estado nacional; forzándolo a abandonar su ser, sus tradiciones y sus estilos de vida para convertirse en un ser "moderno" y "desarrollado".
III_
ÉTICA DE LA GOBERNABILIDAD GLOBAL Y LA DEMOCRACIA PARTICIPATIVA
- La Ética para la Sustentabilidad apela a la responsabilidad moral de los sujetos, los grupos sociales y el Estado para garantizar la continuidad de la vida y para mejorar la calidad de la vida. La Ética para la Sustentabilidad cuestiona las formas vigentes de dominación establecidas por las diferencias de género, etnia, clase social y opción sexual, para establecer una diversidad y pluralidad de derechos de la ciudadanía y la comunidad.
- La Ética para la Sustentabilidad demanda un nuevo pacto social, que incluya nuevas relaciones sociales, modos de producción y patrones de consumo. Estos acuerdos deben incorporar la diversidad de estilos culturales de producción y de vida; reconocer los disensos, asumir los conflictos, identificar a los ausentes del diálogo e incluir a los excluidos del juego democrático. Una Ética para la Sustentabilidad debe inspirar nuevos marcos jurídico institucionales.
IV_
ÉTICA DE LOS DERECHOS, LA JUSTICIA Y LA DEMOCRACIA
- El derecho no es la justicia. La racionalidad jurídica ha llevado a privilegiar los procesos legales por encima de normas sustantivas, desatendiendo así el establecimiento de un vínculo social fundado en principios éticos, así como la aplicación de principios esenciales para garantizar el ejercicio de los derechos humanos fundamentales, ambientales y colectivos. En las circunstancias actuales de bancarrota moral, ecológica y política, este cambio de valores es un imperativo de supervivencia.
- La Ética para la Sustentabilidad debe ser una ética aplicada que asegure la coexistencia entre visiones rivales en un mundo constituido por una diversidad de culturas y matrices de racionalidad, centradas en diferentes ideas del bien. La modernidad ha tendido a favorecer las acciones regidas por la racionalidad instrumental y el interés económico, al tiempo que ha diluido la sensibilidad que permite diferenciar un comportamiento utilitarista de otro fundado en valores sustantivos e intrínsecos.
- La Ética para la Sustentabilidad debe formular los principios para prevenir que cualquier bien social sirva como medio de dominación. La lucha contra la dominación es un proyecto moral cuyo núcleo consiste en cultivar una ética de las virtudes que nos permita renunciar a los valores morales, los sistemas de organización política y los artefactos tecnológicos que han servido como medios de dominación. Se trata de una ética de las virtudes personales y cívicas que garantice el respeto de una base mínima de deberes positivos y negativos, que asegure las normas básicas de convivencia para la sustentabilidad.
- La Ética para la Sustentabilidad es una ética de los derechos básicos, de la solidaridad, de democracia directa que por el bien común asegura la producción Sustentable y promueve la justicia para todos, respetando lo propio de cada quién y dando a cada cual lo suyo. Es una ética de la solidaridad que rebasa el individualismo para fundarse en el reconocimiento del otro y de la diferencia; una ética democrática participativa que promueve el pluralismo, que reconoce los derechos de las minorías y las protege de los abusos que les pueden causar los diferentes grupos de poder.
V_
ÉTICA DE LOS BIENES COMUNES Y DEL BIEN COMÚN
- Los bienes ambientales son una intrincada red de bienes comunales y bienes públicos donde se confrontan los principios de la libertad del mercado, la soberanía de los Estados y la autonomía de los pueblos. Los bienes comunales no son bienes libres, sino que han sido significados y transformados por valores comunes de diferentes culturas. Los bienes públicos no son bienes de libre acceso pues deben ser aprovechados para el bien común. Hoy, los "bienes comunes" están sujetos a las formas de propiedad y normas de uso donde confluyen de manera conflictiva los intereses del Estado, de las empresas transnacionales y de los pueblos en la re definición de lo propio y de lo ajeno; de lo público y lo privado; del patrimonio de los pueblos, del Estado y de la humanidad.
- La Ética del bien común se plantea como una ética para la resolución del conflicto de intereses entre lo común y lo universal, lo público y lo privado. cuestionamos la ley del mercado y la privatización del conocimiento. Frente a los derechos de propiedad privada y la idea de un mercado neutro en el cual se expresan preferencias individuales como fundamento de la civilización moderna, la mercantilización de la naturaleza y la privatización de los derechos de propiedad intelectual-. para regular la oferta de bienes públicos, hoy emergen los derechos colectivos de los pueblos, los valores culturales de la naturaleza y las formas colectivas de propiedad y manejo de los bienes comunales, definiendo una ética del bien común y confrontando las estrategias de apropiación de la biodiversidad por parte de las corporaciones de la industria de la biotecnología.
- La Ética para la Sustentabilidad implica cambiar el principio del egoísmo individual como generador de bien común por un altruismo fundado en relaciones de reciprocidad y cooperación. Esta ética está arraigando en movimientos sociales ascendentes, en grupos culturales crecientes, que hoy en día comienzan a enlazarse en torno de redes ciudadanas y de foros sociales mundiales en la nueva cultura de solidaridad.
VI_
ÉTICA DE LA DIVERSIDAD CULTURAL Y DE UNA POLÍTICA DE LA DIFERENCIA
- La Sustentabilidad debe estar basada en un principio de integridad de los valores humanos y las identidades culturales, con las condiciones de productividad y regeneración de la naturaleza, principios que emanan de la relación material y simbólica que tienen las poblaciones con sus territorios, con los recursos naturales y el ambiente. El discurso del "desarrollo sostenible" preconiza un futuro común para la humanidad, mas no incluye adecuadamente las visiones diferenciadas de los diferentes grupos sociales involucrados, y en particular, de las poblaciones indígenas. Las cosmovisiones de los pueblos ancestrales están asentadas en y son fuente inspiradora de prácticas culturales de uso sustentable de la naturaleza.
- Una Ética de la diversidad cultural implica una pedagogía de aceptación del “otro” para aprender a escuchar otros razonamientos y otros sentimientos.
- La Ética se traduce en prácticas sociales para la protección de la naturaleza, la garantía de la vida y la sustentabilidad humana. Para los pueblos indígenas y afro-descendientes, así como para muchas sociedades campesinas y organizaciones populares, la ética de la sustentabilidad se traduce en una ética del respeto a sus estilos de vida y a sus espacios territoriales, a sus hábitos y a su hábitat, tanto en el ámbito rural como en el urbano. El territorio se define como el espacio para ser y la Biodiversidad como un patrimonio cultural que permite al ser permanecer; por tanto la existencia de la diversidad cultural es condición para la conservación y uso sustentable de la Biodiversidad. Una ética para restablecer la confianza entre los seres humanos y entre los pueblos sojuzgados, haciendo realidad los preceptos de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
- La ética para la sustentabilidad abre así los cauces para recuperar identidades, para volver a preguntarnos quienes somos y quienes queremos ser. Es una ética para mirar y volver a nuestras raíces.
VII.-
ÉTICA DE LA PAZ Y EL DIÁLOGO PARA LA RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS
La
Ética para la Sustentabilidad es la ética de una cultura de paz y
de la noviolencia; de una sociedad que resuelva sus conflictos a
través del diálogo. Esta cultura de diálogo y paz sólo puede
darse dentro de una sociedad de personas libres donde se construyan
acuerdos y consensos en procesos en los cuales también haya lugar
para los disensos. Tener Conocimiento, la función de la
inteligencia no es sólo la de razonar lógicamente, conocer y crear
productivamente, sino la de orientar sabiamente el comportamiento y
dar sentido a la existencia colectiva. Sólo un juicio ético
puede dirimir y superar las controversias entre juicios racionales
igualmente legítimos. En este sentido, la ética enaltece a la
razón. Si todo orden social -incluso el democrático- supone
formas de exclusión, en cada escenario de negociación se debe
incluir a todos los grupos afectados e interesados. Esta
transparencia es fundamental en los procesos de resolución de
conflictos ambientales por la vía del diálogo y la negociación,
sobre todo si consideramos que las comunidades e individuos más
afectados por la crisis ambiental en todas sus manifestaciones son
justamente los más pobres, los subalternos y los excluidos del
esquema de la democracia liberal. Para que la ética se convierta
en un criterio operativo que permita dirimir conflictos entre actores
en diferentes escalas y poderes desiguales, será necesario un
acuerdo de principios de igualdad que sea asumido y practicado por
todos los actores de la Sustentabilidad.
VIII.-
ÉTICA DEL SER Y EL TIEMPO DE LA SUSTENTABILIDAD
- La Ética para la Sustentabilidad es una ética del ser y del tiempo, que tiene en cuenta los procesos. Es el reconocimiento de los tiempos diferenciados de los procesos naturales, económicos, políticos, sociales y culturales: del tiempo de la vida y de los ciclos ecológicos, del tiempo que se incorpora al ser de las cosas y el tiempo que encarna en la vida de los seres humanos; del tiempo que marca los ritmos de la historia natural y la historia social; del tiempo que forja procesos, acuña identidades y desencadena tendencias; del encuentro de los tiempos culturales diferenciados de diversos actores sociales para generar consultas, consensos y decisiones dentro de sus propios códigos de ética, de sus usos y costumbres. El valor fundamental de todo ser vivo es la perpetuación de la vida. La vida, de una especie, de la humanidad y de las culturas no concluye en una generación. La vida individual es transitoria, pero la aventura del ecosistema planetario y de las identidades colectivas trasciende en el tiempo. El futuro Sustentable sólo será posible en un mundo en el que la naturaleza y los seres vivos continúen co-evolucionando. La Ética de la Sustentabilidad coloca a la vida por encima del interés económico-político o prácticoinstrumental. La Sustentabilidad sólo será posible si regeneramos el deseo de vida que sostiene los sentidos de la existencia humana. La Ética de la Sustentabilidad es una Ética para la renovación permanente de la vida, donde todo nace, crece, enferma, muere y renace.
- La Ética de la Sustentabilidad se nutre del ser cultural de los pueblos, de sus formas de saber, del arraigo de sus saberes en sus identidades y de la circulación de saberes en el tiempo. Estos legados culturales son los que hoy abren la historia y permiten la emergencia de lo nuevo a través del diálogo intercultural y transgeneracional de saberes, fertilizando los caminos hacia un futuro Sustentable.
IX.-
EPÍLOGO
La
Ética de la Sustentabilidad es la ética del bien común. Este
Manifiesto ha sido producido en común para convertirse en un bien
común; en este sentido, busca inspirar principios y valores,
promover razones y sentimientos, y orientar procedimientos, acciones
y conductas, hacia la construcción de sociedades Sustentables. Este
Manifiesto no es un texto definitivo y acabado. La ONU, los
gobiernos, las organizaciones ciudadanas, los centros educativos y
los medios de comunicación de todo el mundo deberán contribuir a
difundir este Manifiesto para propiciar un amplio diálogo y debate
que conduzcan a establecer y practicar una Ética para la
Sustentabilidad.
Una
primera versión del Manifiesto fue presentada ante la Séptima
Reunión del Comité Intersesional del Foro de Ministros de Medio
Ambiente de América Latina y el Caribe,
celebrada en San Pablo, Brasil, los días 15 al 17 de mayo de 2002.
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