El
mundo emocional, neuronal y emocional
Cuando
sufrimos malas experiencias el proceso de pensamiento se “desconecta”
temporalmente. La nueva información que entra por nuestros sentidos
no puede ser evaluada. En vez de eso, la experiencia dolorosa es
guardada como un recuerdo confuso, de ese momento de desconexión.
Con
el paso del tiempo vamos acumulando recuerdos no procesados
(angustiosos) y cada vez vamos siendo menos capaces de pensar bien
sobre esas áreas en las que hemos sido lastimados. Hacen que
reaccionemos de formas rígidas ante situaciones similares en vez de
ser capaces de pensar de maneras nuevas y frescas.
Si
una nueva situación contiene elementos que son parecidos a los que
contiene la memoria angustiosa, ésta
puede verse re-estimulada. Nuestra mente puede revivir la memoria
dolorosa y verse dominada por este recuerdo en vez de poder pensar en
la situación actual.. Así que nuestros pensamientos se ven nublados
por las sensaciones y confusiones de la vieja memoria. El resultado
es que la memoria angustiosa nos dominará.
Desarrollamos
una perspectiva distorsionada de nosotros mismos y del mundo que nos
rodea (Patrones crónicos).
Nosotros
como adultos podemos usar los procesos de descarga emocional para
recobrar nuestra plena inteligencia, nuestra auténtica humanidad.
Los
procesos de descarga son el llanto, los bostezos,
sollozos, temblores, risas, sudor frío o
caliente y hablar de forma no repetitiva.
El
desahogo disuelve el recuerdo angustioso. Toda la información previa
renueva la vieja sensación. (A esto lo llamamos “re-evaluar”. Ya
no se almacena como bloqueo sino de forma positiva).
Es
erróneo pensar que no permitiendo las descargas nos libramos del
dolor. En vez de animar las descargas se interrumpe el proceso
natural de recuperación.
La
risa, el llanto y el bostezo Las tres principales formas de
liberación emocional
La
risa “Liberando pequeños miedos. La
vergüenza”
¿Qué
pasa cuando nos reímos?
Estimula
la producción de beta-endorfinas y encefalinas (polipéptidos que
actúan como neurotransmisores). Esta morfina natural nos hace sentir
mejor, por eso se la llama hormona de la alegría.
Podemos
encontrar estas hormonas activas durante las siguientes 24 horas en
nuestra sangre.
Aumenta
el ritmo cardíaco y el pulso.
Estimula
la liberación de hormonas endorfinas.
Mejora
la elasticidad de las arterias coronarias.
Ayuda
a reducir la glucosa en sangre.
Mejora
el sistema inmunológico porque producimos defensas antihumorales y
antivíricas.
Reduce
el estrés.
Cuando
reímos liberamos pequeñas tensiones, miedos ligeros (vergüenzas) y
nos sentimos rápidamente mejor.
La
risa está muy vinculada a los miedos. Ayuda a disiparlos. Esto lo
podemos observar porque los riñones se activan (glándulas
suprarrenales), entran ganas de orinar, nuestro cuerpo empieza a
sudar y podemos tener incluso temblores o espasmos…, lo que
normalmente llamamos estar nerviosos.
Algunas
de las ventajas emocionales directas del reír son el aumento de la
seguridad, la confianza, la iniciativa, la aceptación, cercanía y
la alegría.
El
llanto “Regulando desequilibrios”
En
las lágrimas encontramos prolactina y hormona adrenocorticotropa
(ACTH).
La
prolactina ayuda a:
Mayor
producción de proteínas lácteas.
Responsable
de la libido.
Mejora
la impotencia y próstata.
Estimula
las glándulas suprarrenales.
La
hormona adrenocorticotropa (ACTH) ayuda en:
-
Trastornos del sueño
-
Disminución del estrés.
-
Aumento de la memoria y concentración.
-
Mejoras digestivas (úlceras, diabetes, desnutrición, etc.)
-
Fortalecimiento del sistema inmunológico.
Ayuda
a procesar información atascada y a superar situaciones complejas.
Este proceso es natural. ¿Quién no se ha sentido más relajado y
tranquilo después de un llanto prolongado?
-
Alivia de dolores (físicos y emocionales)
-
Aumenta de la ilusión y la esperanza
-
Mayor curiosidad y ganas de aprendizaje y nuevas experiencias
-
Sentimiento de bienestar y de deleite (si el proceso del llanto se completa)
-
Superación de duelos y pérdidas
El
bostezo “El arte de relajarse”
Cuando
bostezamos estimulamos el precuneo, que ayuda en:
-
Creación de la empatía
-
Capacidad de auto-reflexión
-
Mejora cognitiva
-
Regula la temperatura del cerebro
-
Reajusta el funcionamiento neuronal
-
Ayuda en la esclerosis múltiple, migrañas, pánico escénico, hipertensión de garganta, secuelas producidas por reacciones de diferentes drogas y fármacos, etc.
-
Reduce el estrés
-
Mejora la memoria
-
Activa el placer, la sensualidad y las relaciones afectivas
Hormonas
que entran en juego:
-
Acetilcolina
-
Óxido nítrico
-
ACTH
-
GABA
-
Serotonina
-
Glutamato
-
MSH
-
Dopamina
-
Oxitocina
-
Etc.
El
bostezo es un gran regulador de la tensión. Cuando accedemos al
bostezo mandamos torrentes de sustancias a la sangre, que nos ayudan
a relajarnos y sentirnos mejor. Agiliza nuestra mente y nos da un
extra de atención a lo que estamos haciendo. Cuando nuestro cerebro
se cansa (aburre) genera un bostezo para recobrar la atención y las
ganas. Un bostezo continuado y prolongado mejora notablemente la
salud y nuestra sociabilidad.
Ventajas
emocionales de bostezar:
-
Mejora la memoria
-
Nos relaja
-
Aumenta la atención e interés
-
Alivia dolores y tensiones físicas
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