jueves, 13 de febrero de 2020

Nuestros derechos básicos al tratar con los demás

Relacionarse eficazmente con los demás no sólo consiste en saber qué decir o qué hacer, sino también en saber cómo prepararnos mentalmente de antemano. Con el fin de conseguir esto de la manera más efectiva y afectiva posible, debemos aceptar que existen determinados derechos que deben ser respetados.
Derecho a cambiar nuestra manera de pensar.
Derecho a equivocarnos.
Derecho a no tener que justificar todo lo que hacemos.
Derecho a no saber o comprender algo y por lo tanto derecho a preguntar e indagar.
Derecho a sentir y expresar emociones, constructivas (positivas) y destructivas (negativas).
Derecho a no dejarse involucrar en los problemas de otro si no se quiere.
Derecho a no hacer lo que otros quieren que hagamos.
Derecho a ser juez de sí mismo y de las propias acciones, asumiendo las consecuencias.
Derecho a ser uno mismo sin estar obligado a comportarse en función de los demás
En el ejercicio de estos derechos, debemos aceptar que los demás también tienen los mismos derechos. Si actuamos como si no los tuvieran, debemos asumir nuestra responsabilidad y aceptar las consecuencias.

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